Por motivos familiares, Mauro decide no regresar a España
Mauro Silva ha tomado la difícil decisión de dejar el Deportivo de La Coruña y no regresar a España. El jugador, que llegó hace ocho temporadas al Club, ha pedido a Augusto César Lendoiro no volver al Club por cuestiones personales y familiares de importa
El Real Club Deportivo, ante esta solicitud de Mauro tan reiterada, decidida e insistente porque no encuentra otra solución a sus asuntos, no le puede negar esta petición después del servicio que ha prestado durante todos estos años y más cuando es por temas totalmente extradeportivos.
En estos momentos no hay ningún otro equipo y a partir de ahora el Deportivo le buscará un club a Mauro para que pueda seguir jugando fuera de España.
El jugador ha enviado al presidente del Real Club Deportivo de La Coruña una carta de despedida para todos los aficionados y amigos que ha dejado en la ciudad y que reproducimos íntegramente a continuación:
Hasta siempre
Circunstancias de la vida obligan a veces a tomar decisiones que aparte de imprevisibles son dolorosas.
En el cénit de mi carrera, asuntos personales me obligan a alejarme de La Coruña y del Deportivo, en su temporada más ilusionante. Una ciudad y un club que han colmado todas mis ilusiones, mis afectos y mis esperanzas. Llegué con veinticuatro años, recién casado y sabiendo muy poco de la vida, con ganas de aprender y de afincarme en esta entrañable tierra.
El Deportivo era un promesa, un proyecto del presidente Lendoiro que sorprendió a España, a Europa y al mundo entero.
Desde el primer día se me acogió con cariño y yo creo que supe corresponder con mi entrega y trabajo, para entre todos, lograr lo que conquistamos, la Copa del Rey 1995 y la Liga 2000, algo inimaginable años antes.
Un ilustre ex-compañero de equipo dijo que él creía ser algo más que un jugador para La Coruña, yo tengo que decir lo mismo. Jamás fui más feliz que en mi larga etapa coruñesa, en el plano deportivo y en el ciudadano. Sabido es que desde el principio viví en el centro de la ciudad disfrutando de su belleza y su gastronomía.
Aquí mi mujer y yo tuvimos lo más importante de nuestra vida, un hijo, un coruñés que nos unirá para siempre a esta ciudad. Dejo aquí amigos del alma -no doy nombres, ellos saben quienes son- y la Peña "Mauro Silva", entusiasta y numerosa. En fin, aquí queda parte de mi corazón y de mi vida.
En mi etapa deportivista alcancé la más alta meta profesional, ser Campeón del Mundo con Brasil, y logré con orgullo obtener la nacionalidad española.
Todo fue bueno e irrepetible. Incluso cuando hubo momentos malos -aquellas dos serias lesiones que me tuvieron paralizado un buen número de partidos- el Deportivo no me abandonó y el presidente Lendoiro me renovó, sin tener en cuenta que podría no volver a ser el jugador que había sido. Su comportamiento fue ejemplar y me dio la moral suficiente para sobreponerme, resurgir y dejar aquello como un mal sueño. Durante estos años la Junta Directiva, los entrenadores y como no, los jugadores me apoyaron, respetaron y quisieron, pero no menos que yo a todos ellos.
El Ayuntamiento, la Universidad, los medios de comunicación y todas las entidades locales tuvieron siempre deferencias conmigo, y claro, los ciudadanos que me paraban por la calle y en especial los deportivistas, los miles de aficionados que hacían nublar mis ojos cada vez que coreaban mi nombre en Riazor.
Acabo dando mil gracias al Deportivo y a toda La Coruña. Al club le deseo que repita en la Liga, y que en Europa llegue a lo más alto posible. A la ciudad que siga siendo tan acogedora y cálida.
Coruñeses, deportivistas, os quiero a todos.
Firmado: Mauro Silva