Salva Sevilla y Erik Puerto se pasaron por la zona mixta de ABANCA-RIAZOR.
Con la friolera de 8 ascensos a la espalda, el mediocentro andaluz asegura que "todos son muy bonitos, muy especiales. Los ascensos siempre hay que celebrarlos y estoy muy contento. Venimos con esa intención y estoy muy feliz. El año no ha salido personalmente de la mejor manera o como uno quiere pero estoy muy contento porque el Club haya conseguido el objetivo, que es lo importante".
Admite que el banquillo "no es fácil porque venía acostumbrado a jugar siempre pero cuando yo jugaba había otro compañero que no podía jugar y las cosas hay que aceptarlas como vienen; y tratar de trabajar, de sumar desde otro lado y pensar en el objetivo común. Los jugadores vamos, venimos y lo importante es lo que queda".
Explica que al marcar de falta se fue "a celebrarlo con mi hija que llevaba mucho tiempo pidiéndomelo. Era difícil hacerlo sin jugar y estoy muy contento por ella".
Salva Sevilla asegura haber vivido "un año muy bonito. Es (el Dépor) un club increíble, de otra categoría. Todavía le queda un pasito más para estar donde merece por afición, por club, por todo. Tiene todo para seguir creciendo mucho poco a poco, con paciencia, con tranquilidad, no hay que ponerse nunca nerviosos. Las cosas al principio no salían pero el equipo seguía confiando en lo que hacía. Sabíamos desde dentro que podíamos hacerlo y al final así ha sido".
Por su parte, Erik Puerto, titular con el Dépor por primera vez, confiesa que las sensaciones fueron "increíbles. Estaba muy tranquilo. Es verdad que cuando llevas 5 meses sin jugar nunca es fácil volver. Al fin y al cabo es fruto del trabajo; y estoy muy contento por el debut y por cómo me ha salido el partido".
El meta blanquiazul subraya que "ascensos como este, en un sitio tan increíble como este, se viven una o ninguna vez en tu vida. Hay que disfrutarlo al máximo".
Finalmente asegura que tras llegar al Dépor en el mercado de invierno "me adapté bastante bien, más rápido de lo que pensaba. Esto es gran parte a la plantilla, a mis compañeros porque desde el primer día me abrieron los brazos, me trataron como uno más sin conocerme. Le doy las gracias a todos ellos".