El Deportivo había empatado a ceros contra el Tenerife en Riazor y se confirmaba como un equipo con un bajo potencial atacante. El empate se manifestaba como el resultado predilecto de los blanquiazules, hasta el punto de que su posición en la clasificaci
El Tenerife empató en Riazor 0-0: EL DEPORTIVO NO MARCHA
DEPORTIVO: Buyo; Pardo, Piris, Vituco; Ballesta, Albino; Piño, García, Merlo, García Castro y Pousada.
Está claro que el Deportivo de La Coruña no marcha. Frente al Tenerife dejó escapar el único positivo que tenía. El equipo coruñés ha evidenciado lentitud, falta de garra y nulidad en el remate. Son tres condicionantes de peso que por sí solos establecen la triste realidad de esa igualada a ceros. No pueden manejarse, como paliativos al empate, que el viento haya soplado con fuerza ni que el campo estuviese bastante pesado.
A fin de cuentas si un equipo tenía que sentirse más incómodo en un terreno blando, ese era el Tenerife; lo cierto es que los discípulos de Mariano Moreno supieron moverse con más velocidad –excepto el ariete Marcial, lento de por sí y muy vigilado además por Ballesta-, contrarrestada por los blanquiazules sólo en algunas fases del segundo tiempo.
Desde los primeros compases se observó claramente que el sudamericano Kraus tenia como exclusiva consigna secar a Piño como fuese (...). En el centro del campo era visible el nulo trabajo de Albino, y como por otra parte la delantera herculina denotaba escasa facilidad para encontrar el hueco en la cobertura tinerfeña, el defensa Piris recibió la orden de buscar la manera de penetrar (...). Dominó más el Deportivo y prueba de ello es que en la primera parte lanzó nueve saques de esquina.
(...) El Tenerife sin embargo no perdía los papeles, sinó que luchaba con verdadero afán. Incluso no debe olvidarse que a nueve minutos del final Illán estuvo en un trtis de inclinar la balanza a favor de los canarios. Después, un toma y daca sin relieve y final de un encuentro falto de calidad.