Borja Jiménez se despidió esta mañana con la lectura de un comunicado, tal y como él mismo deseó. Eligió para este emotivo acto la sala de prensa de ABANCA-RIAZOR, "donde tantas veces he sonreído con una victoria y donde lloré por primera vez públicamente. Por eso la he querido hacer aquí, donde todo empezó".
Desveló que con el interés del Dépor para su fichaje, aunque "en mi mente estaba seguir en Segunda División, tras esa llamada solo tuve un único objetivo, venir a A Coruña para formar parte de uno de los clubes más importantes de España".
Calificó como "apasionantes" los 16 meses que pasó en el banquillo de ABANCA-RIAZOR con "miles de horas de entrenamientos, casi 400 sesiones de trabajo y muchos kilómetros paseando por una ciudad donde me he sentido muy querido".
Quiso dar las gracias a #ANOSAFORZA, "a la gente que cada domingo llenaba las gradas de ABANCA-RIAZOR para empujarnos a la victoria" y se acordó de la final ante el Albacete Balompié, con el recibimiento en el Estadio y "las lágrimas con las que acabamos todos ese día. Espero de corazón que en algún momento de mi camino pueda devolveros tanto cariño".
Se mostró también agradecido a los jugadores; a los 'capis' (Álex Bergantiños e Ian Mackay); a su cuerpo técnico; a los trabajadores del Club, "delegados, utileros, prensa, Servicios Médicos y lavandería"; a la Dirección Deportiva, "por apostar por nosotros en un momento tan importante para el Club"; al Consejo de Administración y al Presidente, porque "siempre habéis mostrado empatía y cordialidad. No tengo ninguna duda de que hacéis todo lo que está en vuestras manos para que el Deportivo vuelva al sitio donde merece estar"; a los compañeros de la prensa; a Álex Martínez, "la otra mitad de esta carta"; y a los míos, que "el día del play off lloraron siendo coruñeses".
Concluye el técnico abulense que "me dejé el alma en cada minuto que estuve aquí. Siempre intenté defender al Club y a su gente por encima de todo".
"Allá donde esté, siempre os recordaré", añadió para finalizar el comunicado.
