Manuel Pablo compareció ante los medios informativos esta mañana en la sala de prensa de Abegondo como nuevo técnico del Fabril en sustitución de Óscar Gilsanz.
Asegura que se encontró en el filial un vestuario con gente "muy comprometida, muy metida en lo que queremos, en darle continuidad con algunos matices; con toda la gente remando en el mismo sentido".
El nuevo entrenador fabrilista cree que el ascenso de Óscar Gilsanz al primer equipo, su pase y el de Miguel Figueira al Juvenil A suponen "continuidad de conocer también a todos estos jugadores que algunos han pasado por muchas etapas en el Club y lo valoramos todo positivamente".
Confiesa que llevó la semana "con un poco de ajetreo, sobre todo porque el cambio fue el martes para el miércoles y con pocos días para ver todo. Aparte el miércoles todavía tuvimos que hacer sesión con los juveniles y ajetreado, pero lo valoro positivamente".
Aclara que sube con Juan Villamisar como segundo entrenador y "mantenemos después todo el cuerpo técnico que tenía Óscar Gilsanz: Alberto Rielo y Álex Carballo en preparación física, más David Vidal de entrenador de porteros; y fisios y delegado".
Manuel Pablo no ve cambio entre entrenar al Juvenil A y al Fabril porque "es exigir siempre el máximo, que todos estemos unidos, que todos podamos ir en la misma dirección y a partir de ahí intentar crecer en ese sentido. Lógicamente los resultados te ayudan a eso pero no cambia nada".
En este sentido desvela que "lo primero que les dije es que voy a pedir lo mismo que os han pedido todos los cuerpos técnicos que habéis tenido: exigencia máxima, compromiso... Después los ajustes ya los iremos haciendo poco a poco de nuestra idea, de lo que pensemos en alguna situación, otras no, porque hay cosas que estaban haciendo bien. Cada entrenador tiene su identidad pero lo que no quieres es estropear las cosas que están bien".