Pablo Martínez confesó esta mañana en la sala de prensa de Abegondo que tras recoger el Premio Estrella Galicia al mejor jugador del Deportivo el pasado mes de marzo que "no estoy acostumbrado a recibir premios. Es una alegría y le doy gracias a #ANOSAFORZA; pero lo doy si ganamos fuera de ABANCA-RIAZOR".
El central francés admite que le "duelen" las derrotas lejos de A Coruña "pero quedan 8 partidos, sabemos que tenemos que mejorar fuera si queremos hacer algo esta temporada y a trabajar. Hay que hacerlo, nada más".
Califica de "terrible" la sensación de ver "el campo, con #ANOSAFORZA y no poder ganar. Queremos darle las gracias a ellos y darles algo más, pero es que no sale la cosa de momento. Estamos preparados para el partido de este fin de semana (en ABANCA-RIAZOR el sábado 8 de abril ante el CF Fuenlabrada). Tenemos que ganar sí o sí. Nada más, a trabajar esta semana, no decir nada".
Entiende el enfado de #ANOSAFORZA porque "todos queremos el mismo objetivo y cuando no lo consigues, no ganas, pasan cosas así. No es nada". "Estamos en el mismo barco todos. #ANOSAFORZA tiene que seguir haciendo lo que hace porque es una locura. Cuando entramos en el campo, vemos a toda la afición apoyándonos... Necesitamos darle más cosas, que lo merecen", añade.
Con amplia experiencia en el fútbol profesional, indica que "cuando quedan 8 o 9 partidos en una temporada, todos son importantes, sea en casa o fuera de casa. Cada temporada es lo mismo, los últimos partidos mandan".
Pablo Martínez insiste en que en estos últimos 8 partidos "sabemos lo que tenemos que hacer. Estamos muy concentrados en eso. Pasa por el partido de este fin de semana. Vamos a ir partido a partido. Con los resultados que han hecho los rivales este fin de semana estamos a 4 puntos. Si ganamos este fin de semana, cada semana pueden pasar muchas cosas. Es la magia del fútbol. Perdemos estamos cuartos, ganamos este partido y podemos estar segundos... Y va a cambiar hasta el final de temporada. Estamos muy concentrados en el objetivo".
Asegura que Óscar Cano está "concentrado en el objetivo, como nosotros. Nosotros estamos detrás de él, estamos en el campo, no está jugando el míster. Después de marcar (Mario Soriano) yo pensé que por fin íbamos a ganar fuera de ABANCA-RIAZOR y desde que hemos encajado el empate hemos bajado muchísimo el nivel. Es algo de mente, de cabeza. Hay que cambiar esto".
Precisamente atribuye este cambio entre los partidos en ABANCA-RIAZOR y fuera a "algo en la cabeza. Hay que cambiar la mente, ir pensando que 'no podemos perder este partido y no podemos encajar más goles fuera de casa'. Hay que cambiar la mente e ir a tope, a ganar. Nada más".
Apreció en Salamanca que "hemos cambiado después de encajar el empate. En los 15 primeros minutos teníamos la pelota, jugábamos muy bien; y después de encajar este gol hemos bajado muchísimo el nivel. Estamos fuera de ABANCA-RIAZOR, la gente apoya a su equipo y ellos han cambiado un poco el ritmo. Hay que aguantar eso. Nos va a pasar en cada campo fuera de casa. Si mejoramos eso, ya podemos dar un paso adelante".
Finalmente, explica que el pasado sábado le sucedió algo que "desde pequeño he hecho pruebas para saber de qué viene eso. No saben nada. A veces cuando termino un partido y tengo mucho calor sufro migraña oftálmica. En Salamanca fue la primera vez que lo tengo en un partido. La verdad es que me sentía muy mal, no veía a más de 10 metros. Veía a mis compañeros cerca de mí, pero después veía solo colores y entonces para jugar era muy difícil. Hemos esperado el descanso a ver si pasaba y empecé a ver otra vez al minuto 75. Entonces lo mejor era que otro jugador al cien por cien jugase".
