Óscar Gilsanz confesó en la sala de prensa de ABANCA-RIAZOR que "veníamos con mucha ilusión a este partido. Teníamos muchas esperanzas puestas en mostrar que la comunión en ABANCA-RIAZOR entre #ANOSAFORZA y el equipo nos iba a hacer más fuertes. Estamos buscando eso y lo encontraremos, sin ninguna duda".
Asegura que la derrota "me sabe mal porque el público hoy, 24.000 personas, nos apoyó desde el principio hasta el final. Incluso con el 0-4 #ANOSAFORZA siguió apoyando. Se nos quedan cortos todos los adjetivos que podamos tener para el deportivismo, para nuestra afición. Y sabe peor todavía por eso".
No tiene duda el técnico deportivista que "trabajaremos a destajo para hacer de ABANCA-RIAZOR un escenario que los rivales vean con dificultad; y que aquí tengamos una comunión con #ANOSAFORZA; que seamos capaces de competir todos los días; y que no pase lo de hoy (por ayer), que nos quedamos sin opciones muy lejos del final del partido".
Finalmente, explica que "con 0-4 en el marcador es difícil tener calma. La última ventana de cambios fue para dar calma al equipo, ser capaces de mantenernos en el partido y no volverse locos. Con 0-4 y un jugador menos, necesitábamos un poco de tranquilidad".